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"(...) creando tsunamis en miniatura dentro de la taza". |
Autoría: Mireia de No Honrubia
Ilustración: Mireia de No Hunrubia
El Infierno está en crisis. El Diablo está perdiendo la eterna apuesta en la que compite contra Dios y tiene que recuperar su ventaja adquiriendo almas lo más rápido posible. Mientras tanto, en la Tierra, Jess busca trabajo. En los últimos meses ha perdido todas sus posesiones y a su encantadora prometida tras ser echada de la empresa donde trabajaba como abogada. La desesperación la lleva a buscar modos creativos de ganar dinero de forma fácil y rápida; y así es como decide dedicarse a la compra-venta de almas humanas. Todo parece ir sobre ruedas, hasta que un joven en bañador se presenta ante su puerta.
Soy une lectore entre multi-tarea y promiscuo, voy leyendo varias cosas a la vez, aunque debo decir que nunca antes me había pasado que entre varios de esos libros que esté leyendo, haya dos libros de une misme autore.
Pero yo estaba leyendo con mi parsimonia habitual "Oasis 3" cuando llegamos a Julio y anunció que iba a participar en el premio Amazon 2018 y que era cortita y tal y no me pude resistir porque me gusta lo que estaba leyendo y me encanta la dinámica de escritora que tiene.
Si Celia Añó me fascina por la dinámica de avivar a que lean creando esos juegos con sus lectores, Mireia tiene un preocuparse de que sus historias se entiendan, lleguen y que sus portadas sugieran.
Es una escritora muy versátil, concibe bien que cada obra es individual y por tanto ha de construirse de forma distinta, juega y se nota cuánto le divierte, se nota esa ilusión por lo que hace. Y también se agradece que escriba de esta manera.
Esta historia, a diferencia de Oasis 3, que ya hablaré cuando lo termine en su propia entrada, es más rápida. Que tiene sentido por el número de páginas y por el tipo de historia que es. Pero no siempre las historias que me he leído de poca extensión me han parecido cortas, sino que hay algunas que se te hacen bola y a ver cómo consigues desmenuzar la bola para terminártela. Además esta historia se te hace más corta de lo que es y no porque haga falta que explique algo más. Todos los detalles están bien comunicados, no veo que falte nada ni que haya nada de más. De hecho le he puesto en Goodreads 4/5 con dolor porque hay algunas cosas a nivel morfo-sintáctico que molaría cambiar. Mucha gente quejándose porque en Twitter no se puedan editar los tweets pero yo no veo a nadie quejándose para que Goodreads permita decimales. Que no es lo mismo un 4 que con un cuatro con algo, por mucho que quizás le pueda molestar a alguien el decimal porque joroban los 4'9 muchísimo.
Algo que he visto que es un patrón en su escritura es la forma en que te da la información. Hay escritores que te ponen desde el principio todos los datos posibles: dónde estamos, en qué época, cómo son físicamente los personajes, qué hacen con sus vidas, su pasado, etc. Ella no, ella tiene una barra de pan y te lo va desmigando poco a poco. De esta forma nos encontramos con que Lía tiene la piel oscura pero lo sabemos por sus impresiones de que cree que la tratan mal o de forma esquiva a causa de la tonalidad de su piel.
Además utiliza un lenguaje sencillo incluso a la hora de hablar de pleitos y otras cuestiones judiciales, con lo incomprensibles que pueden llegar a ser las cuestiones legales, aparte de ambiguas de ahí que exista tantos bagajes vacíos y se le pueda dar la vuelta a la tortilla con cierta facilidad y ponerte la situación a tu favor.
Sobre los personajes, antes que nada, decir que adoro que sean tan redondos. Todos los personajes que aparecen incluso los que no tienen nombre tienen su propio propósito. Cada cual tiene su meta, sus miedos, su vida aparte de la trama principal. Y todos reaccionan a su manera frente al surrealismo de la compra-venta de almas y todo lo relacionado con ello.
Con la cosa de que el narrador no es un personaje y que como ya he dicho a la autora le gusta contarte las cosas cuando el momento de la trama lo necesite y siendo consecuente con lo que hay, nos encontramos con que lo mismo personaje A ha dicho algo con cierta intención, pero B que tiene un carácter de aquella manera, piensa que va por otros derroteros y ni se le pasa por la cabeza la intención por la cual lo ha dicho A, y nosotres como lectores conocemos ambas realidades.
-Jess: Es una abogada en paro, tiene que pagar las facturas de su piso de alquiler pero prácticamente no tiene ni un duro. Decide buscar cómo ganarse la vida y se le va la cabeza a niveles insospechados, decide invertir el poco dinero que tiene en crear una empresa aparentemente sin sentido. Su personalidad es muy de haber tocado fondo que se agarra a lo que sea.
-Sam: Es un asistente que trabaja ligero de ropa. Añora su vida anterior, el frescor e interactuar con gente llena de vida. Sam es un personaje simplón, pero no porque sea plano. Sino que es simple, existe un montón de gente que la calificarías como "simplona", pues Sam es así. Tiene sueños simples. Luego además le cuesta seguir el hilo de las conversaciones cuando se alarga más de la cuenta, pero bueno, es un tema aparte. Sam es un perrete que solo espera palabras claves para saber qué está pasando.
-Lía: es una periodista que redacta esquelas. Pero lo destacable aquí es que Lía es una periodista de verdad, ¡investiga! Buáh y estamos en España y tiene idea de justicia. Es dura, lucha por lo que quiere, intimida al resto.
-Antoni y Tomás: Los primeros vendedores de Jess y me encanta que se los encontrara cada día Lía antes de ir a trabajar, me recuerda a que la vida es un pañuelo, pero también me recuerda a cuando te da por entrar al perfil de Twitter de alguien que sigues desde hace mucho tiempo, interactúas con ese alguien más o menos a menudo, y te da por ver sus seguidores, y descubres que sigue a alguien que hace años estuvo en tu vida y no logras encontrar la conexión para que se conozcan. Y me hace preguntarme si Lía hubiera sacado carácter de justiciera si no hubiera conocido de nada a estos dos individuos. Son tan apáticos... me fascinan.
-Diablo: Tengo la misma duda que Jess respecto a la apariencia de este señor y la respuesta seguramente sea sí. El toque de qué es lo lee en su ebook me pilló muy desprevenide y me encantó.
-Los secundarios: o tal vez debería decir terciarios, pero es igual, los que salen aún menos que Antoni y Tomás. Como el compañero de trabajo de Lía o el encargado de la tienda de lámparas, qué señor tan creepy, es que no me extrañaría que estuvieran por cerrar entre míster alegrías y señor sonrisas forzadas. Como dije aunque tienen una aparición reducida tienen su importancia para darle un matiz o terminar de redondear el personaje principal.
Había veces que arrugaba el gesto con la alternancia de mayúscula-minúscula de palabras como Amo/amo, Diablo/diablo y Demonio/demonio, pero luego recordé a Caballo y se me pasó todo. Por si hay alguien que no se sitúa, en "La Princesa Prometida", la protagonista tiene un caballo que se llama Caballo porque bueno no estaría muy inspirada ese día o porque no sé para qué darle otro nombre, pudiendo usar el sustantivo común como propio. Y del mismo modo que Caballo es un caballo, el diablo se llama Diablo, etc. Aunque sinceramente, dentro de cosmología cristiana, el Diablo es quien mejor sale parado en cuanto a nombres porque además es Lucifer/Satanás no como el dios cristiano, que solo es Dios. Que entiendo perfectamente el porqué pero bueno...
Luego aparte, algo relacionado con la existencia del Diablo, me ha resultado extraño que se use la palabra "hombre" con él. Porque "hombre" tiene que ver con ser humano y el Diablo, aunque tenga apariencia de, no es un hombre, es un demonio o si eso ángel caído, sino recuerdo mal.
Por otro lado, me parece curiosa la forma de dejar traslucir que Jess está siendo dejada con su cuidado personal y su estética, aludiendo a que va en bata, tiene un moño mal hecho y que está sin depilar. No es una crítica, de hecho, sé que según qué personaje estamos mirando, el narrador tiene una visión u otra, por lo que, es Jess y no el narrador, quien piensa que está desarreglada.
En un momento dado, Jess puede acceder a muchísimas cosas que puedan ser compradas con dinero, pues me sorprende que con la personalidad que tiene, no se le ocurriera sacar mucha cantidad de dinero por lo que pudiera pasar.
Y sobre que todo lo perdido llega al Infierno, me ha creado una imagen muy cómica de tener montículos de calcetines desparejados por ahí, junto a las llamas mismo.
Al estar el diablo, era natural que se hiciera mención a la dicotomía entre lo bueno y lo malo, y pese a que es un cliché bastante trabajado a lo largo de varias obras no te parece tan lo mismo de siempre, de hecho te da la sensación de estar leyendo algo novedoso.
Y el final me ha parecido espectacular.
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Ningún personaje abiertamente LGTB+ murió en este libro. |
Me encanta esa nota final. Sólo mueren hetero en este relato. Sorry. Y ni importa mucho. Para la narración sí, para tus sentimientos... nop.
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña, de verdad es que que mi historia se entiende a tantos niveles y de manera tan profunda me hacen darme cuenta de que vale la pena todo el esfuerzo en esos detalles que luego creo que la gente no ve.
Muchas gracias a ti por escribir y por pasarte a comentar.
EliminarY sí sé que no es algo "importante" pero es un sí pero no. Es algo que no debería de alegrarme de que pase o que destaque sobre todo, pero como la sociedad es la que es y tienen el final que tienen me cuesta no resaltarlo, aún pese a que nunca soy de resaltar en tags ni nada que es literatura que contenga personajes LGTB+ porque nunca me parece algo a destacar a menos que el libro vaya sobre sexualidad/amor o identidad.
Siempre habrá lectores que consigan ver todos o casi todos los detalles que introduzcas en tus historias, y quién sabe, lo mismo hasta te descubren cosas que no te has percatado de tu propia historia, lo cual es bastante enriquecedor.