Dámaso Alonso (1989 - 1990). Se le considera dentro de la Generación del 27 junto a: Rafael Alberti, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Max Aub, María Teresa León, María Zambrano, Concha Méndez-Cuesta, Rosa Chacel, etc. Fue literato y filólogo español. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1927 y el Premio Miguel Cervantes en 1978.
Los poemas de Dámaso Alonso que hay en "Hijos de la ira" están cargados de rabia como es natural y ya nos avisa el propio el título después de todo. ¿Por qué es natural? Bueno, el autor acababa de perder a un montón de seres queridos por culpa de, resumiendo, Franco, casi todos habían muerto o estaban cerca de hacerlo.
En el poemario se respira hastío, ganas de romper cosas, tristeza, existencialismo, vacío, frialdad con el exterior y a veces incluso con une misme, dolor y sufrimiento, y muchísimo odio.
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"Ah, nosotros somos un horror de salas interiores en cavernas sin fin" |
Mi edición "Hijos de la ira" (10 de Mayo de 1946, la versión aumentada) se compone por los siguientes poemas:
Tras tantos libros sin dedicatoria, llega uno que sí tiene y te desgarra por dentro: "A Emilio García Gómez, por su amistad: gracias".
1. "Insomnio"
Es un poema que desgarra. Que hiela, como el insomnio. También te desmorona como él. Se nota la desazón del autor hacia la pérdida de sus seres queridos y el no entender por qué ocurre lo que ocurre, por qué tanto dolor en el mundo y tan bien como dice: "¿Qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?"
2. "La injusticia"
Soy incapaz de no leer este poema con cierta malicia en el tono y a la vez con cierto desprecio. Es un cúmulo de imágenes oscuras. Oscuras en el sentido de lúgubres y en el sentido de poca luz. Está lleno de figuras retóricas y en sí es un poema muy alegórico. En sí, es un poema que me gusta mucho por el mundo fantasioso que tiene y todo lo que en mí despierta. Aunque se me hace un tanto eterno porque es largo con ganas.
3. "En el día de los difuntos"
En este poema empezamos a ver su obsesión vital con los colores, que ya se venía viendo un poco en los dos anteriores pero no tanto. Sobre todo con el amarillo y el rojo. Y no sé si es por el tema de los colores de la bandera de España o porque rojo igual socialismo o sangre; mientras que amarillo igual amistad porque el amarillo culturalmente es amistad sino recuerdo mal en nuestra sociedad:
"roja dentellada de tiburón", "ni a ese triste pedagogo amarillento", "por qué puentes perdidos entre la niebla rojiza", "la luz pálida de los más turbios atardeceres", "de la amarilla luz filtrada", "luz cedida / por huidizo sol, / que el follaje amarillo / sublima hasta las glorias / del amarillo elemental primero", "y en que el aire / es una piscina de amarilla tersura, / turbada sólo por la caída de alguna rara hoja / que en lentas espirales amarillas (...)", "(...) medito a solas con la amarilla luz", "la amarillenta foto de su señor". Por algo pienso que el amarillo suele ser para Dámaso también amistad, ya que es un poema hacia los difuntos y son sus amigos quiénes han muerto.
No obstante, me encanta esta reflexión: "Yo mismo de mí mismo soy barquero, / y a cada instante mi barquero es otro".
La lectura frente al anterior no es tanto de "ira" propiamente dicha sino de impotencia y de sentirse inútil también tal vez en muchos aspectos.
4. "Voz del árbol"
Me quedo con el último verso "¡Mas no sé qué quieres decirme!". Porque por más que leo el poema no entiendo qué quieres decirme Dámaso. Qué quieres de mí.
5. "Preparativos de viaje"
Aquí el autor juega más con el color azul, quizás dándole alusión a sueño porque el sueño eterno, muerte. Es un viaje al fin y al cabo y es un viaje que tarde o temprano acabaremos haciendo todos, también, tal vez, juegue con ese significado que el color tiene de "tristeza" porque bueno el poemario entero está marcado y los viajes pueden ser tristes y amargos, o al menos uno puede sentirse así (al margen de otras emociones, porque el ser humano puede sentir muchas emociones al mismo tiempo, no olvidéis que somos muchas emociones y apenas nunca sentimos solo una). También me gusta mucho este poema porque me transmite cierto cariño y cierta dulzura, frágil dulzura... y el mundo fantasioso me transmite mucho también
6. "Cosa"
Es un poema enigmático que engloba muchos colores: verde, amarillo, gris, rojo, plata. También hay presencia de la naturaleza, que, es algo muy característico del autor que se repite en todos sus poemas, pero que pese a que puebla toda su obra, no me parecían tan a destacar ya que eran más como el trasfondo y aquí, la naturaleza me parece más como el medio. Ya que hay una supuesta niña que interactúa con el viento, la niebla y el agua, pero no como personajes sino parte del todo. Después aparece la luz que cambia de color y en contraposición llega la noche. Más tarde para romper la dualidad, aparece la sombra que se ve cuando hay equilibrio de luz y oscuridad. Hay mención a "límite" que es una palabra tanto interna como externa, en el sentido de que es algo que nos auto imponemos a nosotres mismes y es algo que el mundo externo está lleno (barreras geográficas, por ejemplo), pero el más conocido suele ser el segundo caso y luego hay mención a "interior sentido".
Me encanta que el poema se llame "Cosa" porque es como: vaya, no sé qué nombre poner a este poema tan estrafalario y enigmático, vamos a llamarlo así.
Me gusta esta estrofa:
"Cuando la mano intenta poseerte,
siente la piel tus límites:
la muralla, la cava
de tu enemiga fe, siempre en alerta".
7. "El último Caín"
Predomina el negro y el rojo. Muerte, desesperación, vacío y sangre, tal vez.
Para quien no lo sepa Caín, según el Génesis del Antiguo Testamento de la "Biblia" fue el primogénito de Adán y Eva; y además el primer ser humano nacido fuera del Paraíso. Caín tenía un hermano menor, Abel, que este asesinó celoso por las ofrendas que su hermano menor le daba a su dios. Por lo tanto, "el último Caín" podemos deducir desde el título que se trata del último fratricida, es decir, asesino de hermanos. Es más comienza: "Ya asesinaste a tu postrer hermano: / ya estás solo".
También hay amarillo, sí. Porque los hombres, el ser humano a los ojos del dios cristiano son hermanos pero para el autor deberían ser amigos, vínculos que no se deberían de romper por ideales difusos, teñidos por la putrefacción.
Un poco de blanco, ese "mastín blanco" que regresa de nuevo, salía con anterioridad en "La injusticia" perfilado como "rubio mastín", ahora es: "lento mastín blanco de la fidelísima amistad" por lo que nos hallamos un poco en metatexto. Aunque todo el poemario está plagado de ello.
"Ves, la luna recuerda / ahora que extiende como el ala tórpida / de un murciélago blanco / su álgida mano de lechosa lluvia". Y sigue toda esa estrofa con tonalidades "blancas": plata, descarnada, huesos, víctimas (descarnada y víctima las añado también porque la carne al ser roja y la palabra al ser "descarnar" es quitar la carne, quitar lo rojo, por lo tanto nos quedamos con el hueso que es tirando a blanco. Y las víctimas son puras y el color que significa pureza en nuestra sociedad es blanco).
Rosa: "Niebla rosada", "temblorosa". (A ver, señor filólogo es imposible que no esté esa palabra ahí por el "rosa" aparte del significado de "temblorosa"), "carne" sí he dicho que la carne es roja pero también hay carnes más rosadas; "fluído maternal", "boca", "amor", "flores", "sedas".
Aquí la naturaleza es un trasfondo más cruel, más crucial, áspero. Son desiertos, tumbas, cementerios, es una primavera que no florece, por qué iba a florecer no hay motivos.
Pero los "nunca más" que hay como en la segunda mitad del poema me recuerdan cómo no a Edgar Allan Poe y no es que todos los "nunca más" me recuerden a él, sino que el ambiente turbio y taciturno han hecho que cuando me los he encontrado piense en el estadounidense.
Este poema define todo el poemario y la actualidad también.
8. "Yo"
Predomina el azul y el morado. Sueño, tristeza; creatividad, magia y locura... ¿tal vez?
En este poema se describe internamente, sus dilemas tal y como se percibe y se despercibe. Porque a veces cree conocerse y sin embargo, de pronto no se conoce ni lo más mínimo. Y se detesta, cuando antes se encantaba. Se describe a sí mismo como si tuviera mil caras, y por ello mil formas de ser, pero solo una a una a la vez sale.
9. "Mujer con alcuza"
Este poema está dedicado a Leopoldo Panero. Leopoldo Panero es un poeta perteneciente a la Generación del 36 junto a: Miguel Hernández (aunque hay quien lo pone en la del 27 pero eso es porque Miguel Hernández es mucho Miguel Hernández lo ponen en todas partes, lo mismo que los murcianos dicen que es murciano), Luis Felipe Vivanco, Germán Bleiberg, José Antonio Muñoz Rojas, Celso Amieva, Blas de Otero, Camilo José Cela, Carmen Laforet, Miguel Delibes, Antonio Buero Vallejo, etc.
Está dedicado a Leopoldo porque se podría decir que hace fanfic de uno de sus personajes, ya que por lo visto Panero tiene una sirvienta en una de sus obras, que va meditabunda con la alcuza (una especie de aceitera) y Dámaso Alonso le rinde tributo.
Colores:
Gris = pérdida de noción de todo. El humo marea, el color de la desesperanzara supongo que es gris puesto que verde es la esperanza y al desteñirlo bien podría aparecer el gris. Estar une equivocade nos causa esa pérdida de la noción, aunque sea por unos instantes y así podría seguir. Tampoco es plan de hacer lectura comentada de un poema sobre lo que creo que dice un color en un poema. El adjetivo "horrible" también me parece digno de entrar en esta categorización y más si acompaña a tren que es una máquina gris.
Negro = vacío. "pero llevada / por un terror / oscuro" me causa esa sensación de vacío.
Marrón = Tierra y madera. Quizás simplemente es la naturaleza en su pleno esplendor.
Blanca = Pureza. (Que la primera vez que creo que sale hace alusión a que la infancia es arrancada de cuajo).
Azul = Calma y sueños. Y no tristeza pues creo que esta la engloba quizás en gris.
Amarillo = Irritación. Y no amistad porque las imágenes son las siguientes: "(...) lloros de niños que se despiertan mojados a la media noche", después "algún chillido como un limón agrio que pone amarilla un momento la noche".
El poema en sí me ha gustado bastante. Es muy largo pero no se me ha hecho cansino ni siquiera por las partes repetitivas y eso que al autor le gusta mucho las figuras retóricas de repetición, así como las interjecciones. Me ha parecido según qué partes como una canción porque volvía a repetir una idea de nuevo, la idea del tren y que no ha bajado del tren y que está sola; para al final volver a repetir más o menos la idea del inicio. Diría que es un canto a la vida o a la no-vida. Dado al vacío y a la pérdida de la noción de todo que siento que el personaje del poema padece.
10. "Elegía a un moscardón azul"
Comienza de una manera curiosa "Sí, yo te asesiné estúpidamente". Por lo visto la mosca le molestaba mientras revoloteaba al escribir.
Luego explica, en el poema, cómo se siente tras el asesinato.
Me fascina esto que le explica al cadáver: "Eso que viste desde mi ventana, / eso es el mundo". Tras eso pasa a describírselo más detalladamente, con colores, por supuesto, porque no pueden faltar los colores. Me hace gracia, aunque no me sorprende mucho, que le guste y le alegre que lo último que haya visto sean los colores que se agolpan en su ventana.
11. "Monstruos"
Es posiblemente una continuación de "Yo". Mientras que en el anterior poema hablaba de diferentes formas de sí y de dilemas internos, en este simplemente habla de dilemas, de recuerdos horribles, de pesadillas. Habla de un Dámaso frenético que devora su reposo, que lo turba que no le deja dormir, que le transforma en otra cosa, en una bestia voraz. Y le implora a su dios para que deje de suceder o para saber la razón de esto.
12. "La madre"
Leyendo el poema me sumerjo en un imaginario extraño y a veces turbio y surrealista. Tras leerlo me quedo con la idea de alzheimer. El poema en significado superficial trata de que la madre de Dámaso tiene muchas arrugas y él le dice que no se preocupe que se sumerja en un río que en dicho río volverá a la infancia, que él también irá un día de estos a dicho río para volver a la infancia y no estará sola. Y así es como madre e hijo van cogidos de la mano visualmente como infantes, pero de pronto Dámaso le dice, que quizás se sienta mejor su madre si en vez de ser su hijo es su hermano menor, y que no se preocupe que puede serlo perfectamente y de ese modo ya no tiene un papel de protector sino de necesitar protección (¿?). Pero de pronto, él llora y la madre llora con él y al llorar Dámaso ve de nuevo sus arrugas y toda la magia del sueño se esfuma, todo queda atrás.
Como veis es un poema extraño como él solo e intento leerlo de otra forma y no me sale.
Como la entrada ya es muy larga y mi poemario tiene más poemas lo cortaré por aquí. Y porque se me ha acabado el tiempo de tener el libro y la biblioteca me lo reclama. Todo hay que decirlo.
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