domingo, 21 de mayo de 2017

Parece que solo empiezo sagas

Y así es, cada vez que pienso en leer algo y me digo que tengo que escribir después aquí, me doy cuenta de que parece que solo sé empezar y empezar sagas, ¿cuándo las terminaré? Porque de algunos tengo aquí al lado las continuaciones, algunas continuaciones están empezadas, pero es como si me pareciera más morboso empezar otras que terminar las ya comenzadas.

Aunque quizás pueda parecer extraño nunca antes había leído sobre la saga de Narnia, por supuesto que sí he visto las películas, creo que son tres las que están filmadas. Y de hecho fue cuando vi la del viajero del Alba o algo así cuando de algún modo indagué y vi que no era la cronología que las obras del autor de la saga tienen.

Pero recuerdo haber visto en mi adolescencia estos libros, todos juntos y reunidos. Y me parecía que tenían todos ellos unas portadas bellísimas. Sin embargo, fue un tiempo en los cuáles tuve que elegir entre las "Crónicas de la Torre", de Laura Gallego o dos libros de esta saga, para contrarrestar los gastos. Cuatro libros de una crónica ganaron a dos de otra. Y no me arrepiento, faltaría más. Me encantaron las "Crónicas de la Torre"-sí, me leí los cuatro libros, además seguidos, era una etapa oscura en mi vida, ¡terminaba sagas!-, y me encanta "El sobrino del mago".

¿No vas a poner la ficha que has puesto en otras entradas?, veo que cada vez como que te da más pereza.

Es que me da bastante pereza. Después de todo ¿para qué poner portada? Sí, una imagen dice más que mil palabras, y es una portada que me encanta como ya he dicho, pero las portadas cambian según la edición, el país y vete tú a saber qué más. El título, ya lo he dicho una vez y quién sabe más cuántas veces lo acabaré diciendo. Sobre el autor más de lo mismo, por no mencionar que tanto autor como saga están ambos en las etiquetas de abajo de la entrada y en los laterales de la misma.
¿Y la sinopsis? Para qué copiar la sinopsis del libro cuando puedo intentar hacer un intento de resumen. Total es todo un reto para mí contar algo sin explayarme de más y además siendo fiel a lo que hay en los libros que ya es mucho decir de lo que se puede decir de las sinopsis de ciertos libros. No de este libro, porque esta sinopsis no está mal, no te dice mucho y te crea misterios inconexos en la cabeza.

Y si alguien me lee y no le gusta el cambio pues que lo diga y ya está. Después de todo, primeramente creé este blog para hablar -sole o no- de lo que iba leyendo. En una especie de reto complot para 'obligarme' a leer algo más. Que me gusta leer, me encanta. Pero me cuesta ponerme a ello.

"El sobrino del mago".
Sí, eso, gracias, yo -Qué egocéntrico queda todo esto, pero la egocentría en pequeñas dosis nunca está de más-. Es la primera parte de la heptalogía (siete partes) "Las Crónicas de Narnia" que cuenta las aventuras de Digory y Polly, dos chicos que viven en Inglaterra algunos años más atrás a nuestra actualidad. Digory y su madre, la cual está muy enferma, se han mudado a la casa de sus tíos (hermanos de la madre). Pero Digory pronto empieza a apreciar que sus tíos, y en especial su tío Andrew, son un poco especiales por no decir que están un poco idos de la cabeza. Un día junto a Polly podrá ver cuán mal de la cabeza está su tío y así emprenderán un viaje que parecerá largo y sin retorno. Estará lleno de peligros, de peleas, de malas palabras, de seres que dan un profundo temor y de lugares verdaderamente extraños y seres muy raros; pero también habrá sentido común y falta total de ello. Pero sobre todo habrá magia y valores.

Sobre los personajes decir que creo que siento algo contradictorio sobre Digory. Al principio me caía como una patada en el culo, llegué incluso a compararlo con lo poco que soportaba a Digory Cedric (personaje de Harry Potter, que me caía incluso aún peor que el propio Harry y eso ya era algo muy difícil). Pero de pronto, de buenas a primeras, se nota su maduración, se nota su cambio y empiezas, o al menos yo empiezo, a cogerle algo de aprecio. Al menos, se me van las ganas de sacudirlo. Y a decir verdad, es un personaje que me recuerda bastante al personaje Edmund de la saga, al menos al Edmund que sale en las películas.
Tanto Digory como Edmund son niños engreídos, orgullosos y hasta envidiosos a veces. Son seres que caen en el: "no tienes cojones de hacer esto" y lo hacen sin pensárselo dos veces, sobre todo si le han humillado poco antes, por demostrar al mundo que lo pueden hacer y sin pensar cuánto pueden meter la pata al hacerlo. Y ambos, son engañados por el mismo vil ser y varias veces además. Como si lo que no fuesen capaces justamente es ser capaces de aprender de sus errores.
Sin embargo, dales la oportunidad con mucha paciencia y te dirán la verdad de sus hechos. Y son fieles a sus principios. Encuentro algo honorable eso último.

Por otro lado, Polly me parece la voz de la razón. Me recuerda tanto a Eilonwy -o tal vez, debería decir, que Polly es idéntica a Eilonwy, según la cronología de las obras-. Incluso a decir verdad, el trato de los protagonistas es bastante parecido al de Eilonwy y Taran, salvo que Taran me parece más harrypottesco que Digory.

Aunque la palma de personajes a los que me gustaría inflarlo a hostias, sin duda se la lleva el tío Andrew. No porque esté mal hecho el personaje, sino todo lo contrario, se notan los arquetipos de los personajes. Se nota que el bueno hace de bueno, el malo hace de malo y el estúpido, de estúpido. Al tío, como el propio narrador dice, se le da muy bien jugar a ser más estúpido de lo que ya es. Se nota su estrechez de miras y de hecho adoro cuando Digory le deja las cosas claras sobre su moralidad y sobre lo cobarde y asqueroso que es.

Luego está la emperatriz/reina/bruja Jadis que hace bien su papel de loca y bruta sin sentimientos ni escrúpulos. Y como buena loca que es, te expone una ristra de pensamientos sin lógica coherente de una forma tan rotunda y tajante que la encuentro admirable. El pensamiento de: "para mí esto es de una manera, no espero que tú lo entiendas, pero estás equivocado si piensas de otra manera, porque yo tengo un rango social más alto que tú así que mi pensamiento vale más, já" y quedarse tan pancha con dicha verdad absoluta; de verdad que me parece increíble, en todos los parámetros de "increíble".

El cochero, admiro a este personaje. La facilidad de adaptarse a los acontecimientos de su vida, la forma de enfrentarse a las cosas: Un día cualquiera de este hombre una loca tan alta como un jugador de baloncesto o más le roba el coche de caballos y empieza a pegarle latigazos de una manera muy brutal al pobre caballo para que avance y cuando da con ella después de perseguirla por todo el lugar, solo se preocupa de poder tranquilizar al caballo y darle mimos, siendo hasta amable con la loca. Llegar a un lugar desconocido de la nada y parecerle maravilloso. ¿Preguntar cómo ha llegado? Para qué. ¿Ponerse histérico? Para qué. ¿Qué es eso? ¿Música? Oh, genial, callad vuestra conversación sobre qué hacer porque la música que no sé lo que es, es perfecta. Admirable.

Sobre Aslan. Ay, qué decir sobre este maravilloso ser. Desde la primera peli que vi me pareció un ser magistral y después también. Y en el libro, pese a que pensé que iba a ser lo primero que me encontraría... qué bello es. Creo que es la pureza prosopopeyizada. Me transmite tanto, en tan poco.
Y su aparición me recuerda tanto al "Silmarilion" de Tolkien. Que después de todo no es tanto de extrañar, ambos autores pertenecían al mismo círculo de escritores y creo recordar que en algún punto de sus vidas fueron amigos.

Sobre la narración me parece animada, nada confusa y muy clara. Me recuerda ligeramente a la narración de "La Princesa Prometida" por el rastro burlón que hay en según qué escenas y por la manera de omitir algo, restándole importancia pero informando en todo momento al lector sobre ello de una manera u otra. Además que la forma que describe las cosas abstractas me encanta. Esas preguntas retóricas para adentrarte en dichas explicaciones sin que sea de una forma brusca ni tediosa.
"Ahora debemos retroceder un poco y explicar cómo había interpretado toda la escena el tío Andrew. Ésta no le había producido la misma impresión que al cochero y a los niños; pues lo que uno ve y oye depende en gran medida del lugar donde esté, y también depende de la clase de personas que uno sea". 

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