viernes, 1 de diciembre de 2017

I Premio Ripley: Relatos de ciencia ficción y terror

Título: I Premio Ripley. Relatos de ciencia ficción y terror
Autoría: Míriam Iriarte, Chus Álvarez, Gisela Baños, Mar Vieites, Arantxa Comes, Viviana Rodil, Coral Carracedo, Patricia Janikowski, Irantzu Tato, Alicia Sánchez Martínez, Laura Replinger, Raquel G. Álvarez-Calderón
Ilustración: Eva Vázquez
Logo: Alba Palacio
Prólogo: Elia Barceló

Esta antología es una gran revolución ya que es un libro en el que solo han participado mujeres, muchas de ellas con una mente impecable, para darles ese empujoncito en la literatura que muchos señores se niegan a abrirles hueco porque son señores.Y tuve la suerte de asistir al menos a una presentación de este libro con dos autoras, entre ellas la ganadora del premio.

La antología la abre Elia Barceló con sumo cariño. Decir de antemano, que nunca he tenido aún el placer de leer a esta escritora, que tanto ha dado a la literatura española (aunque no me gusta poner "española" ni de otra nacionalidad, así como tampoco me gusta tildar a la literatura como "literatura de mujeres" porque claro no existe esa literatura, es un espectro creado por los señores que hemos hablado antes que no son capaces de hacer un hueco porque su ego es demasiado gordo y no van a estrujarlo).
Como iba diciendo, Elia que se describe como posiblemente la madre de la ciencia ficción en España, se siente honrada de poder poner prólogo a esta antología, al mismo tiempo que nos introduce en la historia de España, y de lo cual querría encontrar más información al respecto, de cómo era en su época escribir ciencia ficción para la mujer más o menos aún en la época franquista y en la Transición.  
Al mismo tiempo, también nos informa de que al principio temía de que los relatos seleccionados no pudieran estar a la altura, sin embargo, se alegra enormemente de que traspasen, las autoras, el umbral de sus expectativas. 
La antología está dividida en cuatro secciones, por así decirlo, bajo el nombre de las cuatro estaciones del año.
Empieza en Invierno con el relato de Míriam Iriarte, "Granja-357". La autora tiene una pluma simple pero mordaz, te taladra, te destroza, te desgarra. Además de usar la segunda persona del singular para la narración, para introducirnos más en la historia. Es una historia cercana aunque futurista, aterradora, que te deja sin aliento, que no puedes parar de dejar de leer hasta terminar y cuando terminas te deja con un "¿y ahora qué?". Sientes el sinvivir, el dolor, la desesperación. Es un relato lleno de sentimientos, pero también de pensamientos, de crítica social, un llamamiento al ser humano. Deseo tanto poder leer algo más de esta autora. 

El siguiente relato llega de la mano de Chus Álvarez y se titula "Plutón". Al principio lo notaba como que costaba arrancar, luego se volvió de una pieza, ácido, oscuro, me erizó la piel. Me gusta esta parte "Por primera vez compartí el odio de mi abuelo contra los padres de Julián. No por su dinero, sino por la insensatez de unir su sangre maldita. Por engendrar aquella carcasa enferma que condenaba a Julián desde la cuna". Tiene un humor negro extraño y un sentido de la justicia puro.

El tercer relato es de Gisela Baños, "Tras mi último invierno". Empieza poética y profunda, para después pasar a ser más ¿técnica?, me recuerda un poco a libros de ciencia ficción viejos sin embargo, después vuelve a mezclarlo con ese lenguaje poético y profundo que me saca una sonrisa con "nunca volveremos a ser niños, ni mentalmente, ni a través del cuerpo que nos entregan". Es una historia prototípica quizás dentro del paradigma de ciencia ficción en el sentido de: planetas y viajes intergalácticos y colonización de planetas y tal, pero tiene un toque extra, y unas normas sociales curiosas.
Plantea cuestiones sobre la vida, más que crítica social en sí, que la hay, no digo que no, pero digo que la reflexión va más por la vida en sí, por el qué haces con ella, la sensación de vacío que te da el hecho de pensar que no estás dando todo lo que tendrías que estar dando.

El cuarto relato, "Asimilación cultural" de Mar Vieites, segunda ganadora del premio. Abre la estación Primavera de una forma magistral, impecable. Me dejó sin palabras nada más terminarlo. Tiene una prosa muy cuidada. Trata de un dagonian, o lo que para nosotros en nuestra no gramaticalización sería: une dagonian, pues carecen de géneros, que va a la Tierra a trabajar entre los humanos en una especie de tratado, que existe, que es algo bastante normal, como irte de visado. Y es de las cosas más brillantes de este relato. Junto a sin duda, la crítica social hacia los protocolos absurdos que existen, que tenemos. Lo adoro. Voy a destacar esta frase: "A los humanos nos gusta el drama".

El quinto relato, "Descendiente" de Arantxa Comes es un relato que te deja llevar, en sentido de que como que se lee solo. No se hace pesado, no se hace lento, tampoco rápido, es como un paseo, como cuando estás conciliando el sueño y te estás internando poco a poco, naturalmente hay baches, baches necesarios no en la escritura, sino en la trama, en la situación, baches que son lógicos dadas las circunstancias. Está contada desde una androide que cuida de un ser humano enfermo, desde mi punto de vista, enfermo a diferentes escalas. Este humano enfermo está empeñado en que su androide está vivo y a toda costa trabaja para que pueda tener sentimientos propios. En cierto modo, me recuerda a "Final Fantasy IX" con esa paradoja, esa incógnita siempre palpable de: ¿cómo podemos saber si existimos realmente? Si somos, si estamos vivos o si por el contrario solo somos simples máquinas programadas para que acatemos ciertas acciones.

El sexto "El juicio de los Maar-na" de Viviana Rodil... se me hizo extraña la lectura. Pero a mitad todo lo extraña que se me antojó al inicio, me pareció encantadora. Todo porque trata el suicidio de una manera que no me lo esperaba y aplaudo a la autora por la manera en que lo ha hecho. Los temas de este relato son claramente la justicia y lo moralmente correcto. Voy a destacar esto que reduce bastante la mentalidad del "¿para qué?" del ser humano más la estrategia de estar a la defensiva: "¿Qué tiene que ver eso conmigo? ¿Quieres estudiarnos para ver cómo se nos puede matar?". Además hace una asociación excelente con aquel refrán que dice "Cree el león que todos son de su condición".

El séptimo "Androidismo en el tiempo" de Coral Carracedo, es el que más me ha sorprendido. Sobre todo porque su pseudónimo en Twitter es Lulú von Flama, y ya dije lo que me parecía su prosa en este blog. Bueno, su  prosa, su mala conjunción de palabras. Por lo que, bien pensando, diré que no sabe escribir microrrelatos. Dejando eso a un lado, este relato toca temas delicados, toca luchas sociales como el feminismo, pero también toca una crítica social tanto a lo más normativo como a lo basura que puede llegar a ser el ser humano. Siempre con esa doble moralidad y a veces incluso triple. Además todo el relato está narrado como si fuera recortes de periódicos, por lo que le da un aire fresco a todo lo leído anteriormente. También diré que por mucho que haya tenido en mi cabeza posibles finales, ninguno de las posibilidades al final ha resultado, aunque sí ha tenido que ver con alguna de ellas.

"Proyecto Quimera" de Patricia Janikowski es el octavo relato y el primero en Verano. Aún estoy en proceso de entender este relato. Es decir, a nivel superficial lo entiendo pero a nivel profundo aún hay cosas que se me escapan. Es un relato que sé que a muches les tirará hacia atrás ya que carece de diálogo propiamente dicho. Y hay mucha gente que no puede leer algo sin nada de diálogos. "Proyecto Quimera" está narrado desde la voz de Diana una chica traumada que intenta sobrevivir y no perderse más de lo que ya se siente perdida. Es un relato duro, de hasta dónde puede ir la crueldad del ser humano, tan visto a lo largo de prácticamente toda la antología, por la ciencia. Y de cómo lo emocional nuevamente triunfa.

"Los límites del cielo" de Irantzu Tato es el siguiente. Sin duda es el que más lento se me ha hecho y el más previsible de todos. Sobre todo se me ha hecho lento por la gran cantidad de repeticiones que hay. El formato es en plan videollamada mayoritariamente, pero es muy repetitivo todo y el protagonista me resulta tan odioso que me entran ganas de ahorcarlo. Y no es que sea repetitivo cual día de la marmota, es que el prota no para de repetir lo mismo: que todo va bien, que pronto podrán tocar el cielo, "baile de la victoria", "no puedo decir nada" y cosas así.

"Perlora" de Alicia Sánchez Martínez, se me hizo extraña la lectura al principio pero luego se fue hilando bien, no es de esas lecturas de ciencia ficción que te exponen un mundo y si eso te lo explican todo al final, no, te va explicando poco a poco para que no te pierdas y me parece correcto, sobre todo cuando empieza como empieza y aún así creo que esta historia estaría mucho mejor siendo algo más larga. Yo lo leería sin problemas. Hablar sobre qué va esta creo que desvelaría la historia en sí. Y me niego rotundamente. Sin embargo, quiero remarcar que tanto esta autora como Patricia saben usar bien la repetición. No te adormece, al contrario es un detalle que ves esencial en el texto, lo que se repite es tan importante como su significado porque es el peso, es en lo que ambas protagonistas se aferran con fuerza, su esencia...
Quizás, para mojarme, podría decir que "Perlora" es como un sueño de esos difíciles de descifrar: que tienen varias capas, que tú crees que solo tiene una, un significado, y te aferras a ello pero te sacude y para no caer, tienes que coger otra capa y así sucesivamente hasta que las ves todas. Creo que así es la visión de la protagonista de esta historia. Y la crítica social me parece demoledora.

Entramos en la estación final, en Otoño, donde comienza Laura Replinger con "El ojo herido" un relato turbio, crudo, de terror... pero de un terror diferente al de Míriam Iriarte. Este es un terror más tirando a lo escatológico y por ende a lo paranormal. Y este relato, además da a entender en que quizás la autora haya seguido con la historia, o que incluso este relato sea una precuela de una historia suya... O tal vez es el juego de mi imaginación. No obstante, quiero poner una posible alerta para aquellos seres que quizás tengan temas delicados ya que hay alguna alusión a ciertas circunstancias. Y creo, que aunque es importante visibilizar este tipo de comportamientos para que no pase más, también se debería de señalar de alguna manera para que los seres que estén sensibilizados no sufran más todavía. Porque suficiente sufrimiento ya hay en el mundo. Sobre la narración me ha parecido asfixiante, acorde con la trama y un tanto kafkiano.

Y para terminar la antología, tenemos el relato de Raquel G. Álvarez-Calderón "Atardecer Rojo". El nombre del personaje protagonista me parece lo más impronunciable del universo cuando lo leo de carrerilla. Sobre el relato... sin palabras. Es lo más aleatorio y creo que va perfecto para que sea el último de todos, sin duda. Más que un relato, me ha parecido que leía un cuento. Y me ha parecido brutal la manera de contar con tanta naturalidad algo que para nosotres es tan inmoral. Creo que tal vez, la autora ha querido hacer una lectura de la hipocresía y de ser así de verdad que me parece majestuoso. También de la imagen, por así decirlo, aunque creo que está asociado a la hipocresía, la imagen que otres creen que tenemos en base a cómo nos observan y reobservan y siempre haciéndolo mal porque siempre existe esa idealización, esa imagen inventada de sí mismes, de ti, de todes. Y además tiene un humor curioso, o quizás soy yo, de hecho me he reído por la forma de narrar las cosas que me ha recordado a mi lectura de "El Aprendiz del Espectro", no sé si me río ya con ciertas cosas relacionadas con lo macabro pero lo cierto, es que la risa tiene esa particularidad de que sale cuando algo te hace gracia pero también cuando te sorprende.

En general, la antología me ha parecido un gran acierto con muy buenos descubrimientos, con buenos ratos gastados, una belleza desgarradora, me ha dejado con una sensación indescriptible, cosa que agradezco enormemente.
Además está la cosa de que no sé si es por torpeza mía o qué, pero cuando hablo de un libro que he leído, no soy capaz de encontrar en dicho libro (la gran mayoría de las veces) el nombre del ser que ha hecho la ilustración, no obstante en este libro está y me parece todavía más hermoso si cabe: Eva Vázquez la ilustradora y Alba Palacio que es quien ha hecho el logo del Premio.

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