jueves, 12 de mayo de 2016

Comentando reseñas de "Besos entre líneas"

Os traigo, como dije, en la entrada anterior mi comentario a las reseñas que he ido viendo. Como se me ocurrió por la indignación que estaba teniendo al leer reseñas, indignación por la gran cantidad de tonterías que iban soltando tan llenas de incongruencias, cuando iba leyendo “Besos entre líneas”, pues en este caso será un comentario de reseñas sobre este libro. Y es que se pusieron las botas y se dejaron el cerebro, o yo no lo entiendo.

Antes quiero explicar que por supuesto no tengo la verdad absoluta, que entiendo que haya seres a los que no les agrade un libro, como que haya seres a los que sí les agrade un libro que a mí me parezca lo peor. Pero una cosa es gustarte o no un libro, y otra argumentar tus gustos con cosas que no tienen ni pies ni cabeza. Y esto es lo que me indigna.

Adelante la biblia de entrada:



Antes que nada quería aclarar- por si hay alguien que no lo sepa- una cosa: una historia no se escribe para fomentar un estilo de vida, se escribe para contar algo. Lo digo por esos comentarios de “cómo pueden escribir algo en la que dos adolescentes mantienen relaciones sexuales sin protecciones”. Señoritos, más que escandalizarme por ello, yo me llevaría las manos a la cabeza por aquellos que leyendo algo o viendo películas o series cambian su forma de ser radicalmente sin pararse a pensar; solo porque lo leyeron o lo vieron. Eso sí que es preocupante: El no saber distinguir ficción de realidad, o tu vida del de al lado. Pero que volvemos a que es un reflejo de la sociedad.

Empecemos con la sinopsis, esas líneas que parece ser que muchos se leen, y yo de hacerlo creo que es algo que olvido al instante. Al parecer hay seres que piensan que no es para tanto el drama que se crea en la sinopsis porque se crea como un “uy, sí probrecita” hipócrita y banal porque no les parece tan horrible que seas adolescente, tus compañeros no te traten bien, hayas perdido de bien joven a tu madre habiéndola conocido, tu hermana padezca de depresión y anorexia, y tu padre esté paralítico (por no hablar de la tía que no para de menospreciar su vida diciendo que siempre está enganchada a Internet, menospreciar sus amigos a los cuales conoció por Internet y decir que lo que tiene es una obsesión; y señores eso es maltrato psicológico, pero claro, eso no es grave, ¿por qué? Porque se ve todos los días y lo tenemos asimilado).

Seguimos con que es imposible que Emma recuerde nada con seis años (con respecto al accidente que tuvieron sus padres) porque la reseñista a la que leí es incapaz de recordar cosas de cuando tenía seis años, por lo tanto, debe de ser verdad que nadie pueda…
—Yo puedo.
—Desengáñate: ¡así no te querrán! Es imposible, nadie puede. Tiene la verdad absoluta en su posesión. Cosa que ella no pueda hacer, nadie podrá.
—Pero pone que se dio un coscorrón con esa edad…
—Espera, ¿entonces recuerda algo y da argumentos sólidos por los cuales no recuerda nada más?

*Explosión cerebral*

Os hablaré de los traumas. Cuando tienes un trauma puede ocurrir dos cosas, se tenga la edad que se tenga y no tiene que ver con la edad, sino con cómo te afecte a ti, así que es cosa de cada uno. Por un lado, puede pasar que olvides lo ocurrido (porque tu cerebro lo esconda para autoprotegerse) o por otro lado, puede pasar que lo recuerdes nítidamente, para siempre, prácticamente.

Existen quejas de que haya heteronormativa. Bueno pues depende oye, en ningún caso se ha dado una ficha de personajes o se ha dicho “todos estos personajes de aquí son heteros”, si tú piensas que todos los personajes que salen incluso los más esporádicos lo son, es tu maldito problema. En lo que a mí respecta, cuando no se me dan datos de lo contrario para mí todos los personajes son asexuales y arrománticos, o el misterio de la vida, que a saber qué vida porque no me importa, no es vital para la historia. Porque heteronormativa es eso, que por norma seas hetero… Luego está el lado contrario, que hay quejas de que una de las amigas de Emma no es hetero y lo suelta, y se quejan de que no se hable más del tema (que sí vuelve a salir otra vez el tema, pero bueno). Así como si no tuviera más importancia y que de verdad no tiene ningún sentido con la historia. Como el saber la orientación de nadie, ¿sabes? Me recuerda al clásico tipo de ser que estás hablando con él o ella y de pronto te suelta su orientación sin venir a cuento, o algo que vi en Internet hace tiempo que era muy exagerado pero no por ello menos real, era algo así:
— Hola, soy Pepa. ¿Qué tal?
— Hola, soy Lucía. Soy lesbiana.
— Ehm… sí, vale. Pero, ¿qué tal estás?
— Bien. Soy lesbiana.
— Adiós.
— ¿Te vas porque soy lesbiana, no? Serás homófoba...

También la queja de que se hable solo de Emma. Sabed que el libro está escrito en primera persona del singular, en presente de indicativo. Sabed que es la protagonista, una protagonista que tiene diecisiete años que tiene sus más y sus menos. He leído quejas al respecto de que es inmadura, aún a pesar de lo que ha pasado. Como si en la vida real no pasaran estas cosas. Sabed que la madurez no llega hasta que te pones a reflexionar profundamente sobre tu entorno y tú mismo y no cuando te pasan cosas chungas. Por muchas cosas malas que te pasen, si solo te conformas con huir de ello, nunca aplacarás el problema. Y le duela a quien le duela, la literatura (sí, sin comillas) hace de ese escape.

Emma tiene una horda de opiniones en los que le llaman egoísta porque está todo el rato pensando en ella y no en los demás. Nadie hace eso en la vida real, por supuesto que no. También va ligado a que no para de pensar en Eric y su blog, y no para de quejarse de que tiene que estar pendiente de su padre, cómo es posible, después de perder a su madre, alguien (no se sabe quién) pensaría que podría madurar (sin comentarios) y apreciar a los de su alrededor (o lo mismo ha preferido apreciarse a sí misma, que no sé qué porras tiene de malo).

Y me hace gracia un comentario que leí que decía que Emma carece de personalidad cuando líneas antes decía que es egoísta, manipuladora, obsesiva, inmadura, aniñada y mentirosa. No sé vosotros pero esos adjetivos a mí me parecen descriptores de personalidad. Ah, y que sus actitudes no tienen ningún sentido. Bueno, estás diciendo que es inmadura por lo que no sé de qué te sorprende que
carezcan de sentido sus actos. A no ser que sueltes palabras sin saber su significado.

Desde mi punto de vista: Emma sí tiene personalidad. Es segura en unas cosas e insegura en tantas otras. Es mentirosa como cualquiera que miente con el fin de hacer X cosas y que sabes que diciendo la verdad no podrás alcanzarlo. Está confusa, como todos los que estamos vivos. Es egoísta, como todos los que se quieren un poquito. Se preocupa por los demás, tiene metas en su vida, le frustra que cuando se propone hacer algo venga alguien y le diga “pues no, haces esto” como a todo el mundo; se queja, se enfada, se deja llevar y todas esas cosas como todos. ¿No estaban hartos de esos personajes que no parecen reales? Porque yo un poco. Algunos escritores, como creo recordar Benito Pérez Galdós solo, conciben la literatura solo si esta refleja la sociedad en la que el autor vive. Entonces por mucho a los que les duela, han escrito literatura. ¿Mejorable? Como todo en esta vida para según quién mire. ¿Que te cae mal Emma? Estás en todo tu derecho. A mí me cae peor Anne. Pero no por caerme mal un personaje o dos por cómo ven el mundo voy a decir que es horrenda toda la historia. Así tal vez está la cosa en que detestáis el libro porque no os gusta la personalidad de la protagonista. Bueno, es lo que hay, tampoco entiendo por qué te tienes que sentir el protagonista como si fueras tú. No entiendo esa forma de ver los libros de adentrarte en ellos sintiéndote un personaje narrado. Yo me siento como un espectador, como si fuera el viento a lo sumo. Me he leído muchas historias en las cuales no me he sentido en ningún personaje, algunas historias buenas, otras no tanto, y aquí sigo viva sin pensar que el mundo se va a la mierda. Dramas, que sois unos dramas.

Y llegamos a las secuelas de la hermana tras el trauma de sus padres, también he visto quejas de esto en reseñas, diciendo que no lo tratan bien. Que cómo pueden poner que Emma le pregunta a su hermana si ha adelgazado padeciendo esta depresión y anorexia. Partimos otra vez de la personalidad de Emma que es muy reflejo de la sociedad; es la típica chica de no hay grises entre amor y odio, y de que todo lo malo que pasa lo achaca a ser el centro, ¿por qué en vez de decir "hostias cómo pueden poner eso en un libro" no piensan en "Emma es así"? Total quién no ha tenido a su madre con "bromas" de qué gorda estás cuando no lo estabas. Aparte, es muy común que por mucho que tengas familiares cercanos con un tipo de enfermedad o de trastorno no seas consciente de qué puedes decir y qué no. ¿Por qué no puede haber un personaje que diga cosas que no se deben de decir cuando son cosas que pasan a diario?

Y por qué nadie se ceba con la coña de Lys, su hermana, acerca del libro de autoayuda para dejar drogas, ah, claro porque la bolsa de hierba no era suya. Ajá. ¿Y si lo fuera? ¿Acaso no existen también esas coñas? Pero no es un trastorno de depresión o de anorexia, no, pero estaríamos hablando de un trastorno de dependencia. ¡De trastornos va la cosa! Tampoco la frivolidad de Lys es para echarse las manos a la cabeza, qué extraño.

Leí un comentario de una mexicana que por lo visto estaba indignadísima de que Gabriel usara cada dos por tres expresiones como “qué onda, wey, qué chido” y por el estilo, porque era como si dieran las autoras por sentado que todos los mexicanos hablan así. Para qué pensar que quizás el problema de estrechez de miras lo tienes tú, ¿verdad? Para qué pensar que, que Gabriel hable así no tiene por qué ser que las autoras piensen que todos los mexicanos hablen así. Igual es solo Gabriel. Por qué cuando hay un ser con unas características siempre hay alguien que lo tiene que ver como un referente a muchos. Es como si hay un hombre que le gustan los hombres y tiene mucha “pluma” siempre habrá un hombre al que le gustan otros hombres que diga que le es una vergüenza que se le ponga de referente al que tiene "pluma" (igual el que lo ha puesto así eres tú, y el otro solo está viviendo su vida. Hay seres que nos entretenemos en eso, en vivir nuestra vida). No entiendo esa postura de que porque haya un ser con unas características se piensen que todos son así. Es como el clásico de “conocí a un andaluz que dormía la siesta, por ende todos los andaluces duermen la siesta”, “las autoras ponen que un mexicano dice mucho ‘qué chido’, por ende las autoras deben de pensar que todos los mexicanos dicen eso”. Que de todas formas ni que dijera esas expresiones cada vez que le toca hablar…

Vi una indignación porque hay un “Es mi dieciocho cumpleaños…” y no sé si la indignación es porque pensara que es diesiocho (ya que no paraba de sesear por escrito, que me parece maravilloso que sesee hablando, pero oye no hace falta que lo comuniques por escrito que luego bien que te quejas de que uno de los personajes por mensajería comete faltacas) o porque no dice “décimo octavo” que entonces volvemos a estamos en un diálogo y lo mismo el personaje habla así.

Y en serio, me encanta que las reseñas que haya visto se centren en cosas que diga Emma ya sea en diálogo o en narración como “¡Cómo han podido poner tal cosa!” pero nadie parezca escandalizarse por lo que dice aquí su tía “También es importante que te relaciones con gente normal”.

Sobre los comentarios de “está en 2º Bachillerato y nunca parece que estudie y saca buenas notas, cómo lo hará” tampoco cuentan que vaya a defecar, y qué cosas no tiene cáncer de colon ni tienen que operarla para sacar todas las heces que no ha defecado.

Se quejan de que Emma tiene tan pocas luces de que ve descabellada la idea de poner en silencio el móvil al entrar en la biblioteca. A ver, señoritos que vosotros lo veáis así no quiere decir que nadie lo pueda ver así en la realidad. Porque yo cada vez que voy a la biblioteca de mi campus, esté el tiempo que esté siempre tengo que oír el sonido de algún móvil o a alguien hablando por teléfono y molestando a los demás porque no habla precisamente bajo. Así que hay más Emmas por el mundo.

Esas quejas de es imposible que Emma se encuentre a Eric en todas partes cada vez que salga, cómo se nota que no vivís en una ciudad que parece un pueblo o un pueblo que parece una aldea. Porque vivo en una ciudad que parece una aldea y os aseguro que cuando sales te encuentras a siempre los mismos aunque cambies de parte de la ciudad.

Quejas para Eric por ser promiscuo. ¿No se lleva mucho eso de “¡Mujeres haced con vuestro cuerpo lo que queráis!”? Por qué Eric no puede ser promiscuo si es lo que desea. Qué hay de malo, joder.

Que se quejen de que se nombran libros contemporáneos, cuando se quejen también porque le guste Jane Austen, ¿en qué quedamos puede gustarle los libros de ahora o la Regencia? ¿U os vais a quejar por todo?

En una reseña encontré que había una indignación sobre que las autoras parecían tan ineptas que no podían ni siquiera escribir bien el nombre de la aplicación WhatsApp y que había veces que aparecía bien y otras wasap. Si analizamos bien (cosa que los quejicas para qué lo vais a hacer, ¿verdad? Quedémonos en quejarnos y ya), vemos un por qué a veces usan wasap y otras “WhatsApp” pero claro, para eso tenemos que analizar bien, y eso parece costar una poquina. Por un lado, usan WhatsApp para referirse a la aplicación en sí, por otro lado, usan wasap para referirse a “enviar/recibir un mensaje de esta aplicación”.

"Intento zafarme de Gabriel, pero nota que no quiero ir más lejos y se pega aún más a mí. 
-No quiero hacer esto contigo. Pensé que éramos solo amigos- digo. 
-Somos amigos. Pero nos besamos y hay algo entre nosotros. Hay química, Emma- me contesta- Me gustas, eres hermosa e inteligente. No hay nada malo en hacer esto. 
-Yo nunca he buscado esto contigo- le reprocho cerrando los ojos. Nunca pensé que Gabriel se quisiera acostar conmigo. Y menos aún que insistiera si le digo que no. 
-Lo siento, Emma. Solo surgió ahora y no sé...., pensé que podíamos despedirnos de esta manera. Solo quería pasarlo bien. Entonces se despega y de deja levantarme y alejarme de él. 
-¿Es eso lo que siempre has buscado en mí? ¿Algo de diversión? ¿Por eso te has portado así de bien conmigo? 
-¡No! Eres mi amiga, Emma" 

Me hace gracia que cómo no en una reseña alguien se riera de la última línea de Emma, aludiendo que acaso ella no hizo (supuestamente) eso con Eric, pero no haya quejas rollo: cómo puedes poner eso en una novela juvenil, cómo puedes poner que alguien de veintitrés años se vaya a acostar con alguien de diecisiete años, y cómo puedes poner que ella diga "no" y él siga insistiendo. Como se pusieron modo dramas con lo del condón.

Por último, la indignación que menos lógica tiene de todas -que ya está el listón bastante alto- y es que dijeran varios en reseñas y comentarios de Goodreads, que vaya tela que las autoras no supieran geografía porque metían México en Sudamérica. A mí se me ocurren dos opciones para estos seres que comentan libros:
1) Hemos leído libros diferentes.
2) Piensan -muy erróneamente- que Latinoamérica es sinónimo de Sudamérica.
Voy a explicar en qué consisten las palabras "Latinoamérica" y "Sudamérica" en cuyo caso ocurriera esta opción. En primer lugar, la que tal vez sea más fácil tenemos a "Sudamérica" que se compone por Sud y América. Sud es una partícula que expresa Sur, es decir, una zona cardinalmente que está abajo de algo, y América, ese extenso continente de diversas hablas y culturas; por lo que esta región es la parte más baja de América, algunos países son: Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela (entre tantos otros). En segundo lugar, tenemos "Latinoamérica" que está compuesta por "latino" y "América". No sé si sabrán que "latino" hace referencia al latín y con ello a todas las lenguas que se han formado a partir de él, que se suelen llamar lenguas romances. Bien pues, generalmente como en toda América se habla (en cuestión de lenguas romances) más el español, el portugués y el francés se creó el concepto "latinoamérica" y su significado viene a ser: región de América en la que se habla español, portugués y/o francés. Por lo que, México, pese a que no es perteneciente a Sudamérica ni tiene como lengua oficial ninguna de estas lenguas, pero tiene a muchos hablantes de estas lenguas, se conoce como una región latinoamericana.

Y aquí termino esta entrada, que os vaya bien.

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